Gastar o invertir, ¿cuál es la diferencia?

Cuando se trata de manejar nuestras finanzas, la mayoría de las personas entendemos bien qué es el ahorro y su importancia, pero hay dos conceptos importantes que a veces no logramos definir y diferenciar: gasto e inversión.

Gastar no es lo mismo que invertir, a pesar de que con frecuencia se utiliza la palabra “inversión” para incitarte a que compres algo que al final es un gasto. Pero si conoces bien el significado de cada una podrás elegir de forma inteligente dónde poner tu dinero.

¿Qué es un gasto?

Un gasto es todo aquel producto o servicio que compramos para satisfacer una necesidad o deseo, pero es un dinero que jamás volverá a nuestras manos porque lo consumimos y se ha ido para siempre. No podemos evitar los gastos porque sabemos que la vida cuesta, hay que pagar por la comida, la vivienda y los servicios que consumimos.

¿Qué es una inversión?

Una inversión es cuando usamos nuestro dinero para comprar algo que nos dará ganancias a corto, mediano o largo plazo. La inversión tiene ciertos principios que deben cumplirse para que pueda ser llamada como tal:

- El dinero es usado para adquirir un bien, producto o servicio que con el paso del tiempo nos devolverá el dinero que usamos para adquirirlo. Es decir, se paga a sí mismo.

- Una vez que el bien o servicio es pagado por sí mismo nos seguirá generando dinero (utilidades o ganancias) de manera regular.

¿Qué es un gasto y qué es una inversión?

No todas las inversiones te dan ganancias de inmediato, la mayoría son a largo plazo. A su vez, no todas las inversiones tienen que ver con ganar dinero, también puedes invertir en tu salud física y mental, en tu imagen, en experiencias o en cosas que te reportarán ganancias en otros aspectos.

Las inversiones más obvias que puedes hacer son los pequeños negocios, pero hay muchas otras formas de invertir en nuestra vida diaria. Para que puedas visualizar mejor la diferencia, aquí van algunos ejemplos:

- Vivienda. Ya sea que rentes o compres un inmueble, esto es un gasto si solo utilizas eses espacio para vivir, pero se convierte en una inversión si además lo utilizas como oficina, taller o tienda, es decir, si te ayuda a ahorrar lo que pagarías por un local aparte. También puedes comprar un inmueble para rentarlo o con el fin de restaurarlo y venderlo a un mayor costo y esa es una buena inversión.

- Automóvil. Es un gasto si lo usas como medio de transporte personal, pues tienes que pagar impuestos, gasolina y reparaciones. Sin embargo puede ser una inversión si gastas en transporte público o taxi más de lo que pagarías entre las mensualidades y el mantenimiento del carro. También es una inversión si lo alquilas o lo usas como transporte privado de pasajeros en alguna plataforma como Uber o Cabify.

- Educación. Se considera un gasto si al final no ejerces tu profesión o si el hecho de haber ampliado y actualizado tus conocimientos no te reporta una ganancia monetaria. En cambio, se trata de una inversión si logras transformar en dinero todo lo que aprendiste.

- Gimnasio. Es un gasto si pagas y no vas, pero se considera una inversión si vas a hacer ejercicio y lo aprovechas para mejorar tu salud, pues a la larga gastarás menos en doctores, medicamentos o productos milagro. También es una inversión si tu apariencia o tu estado físico son importantes para desarrollarte profesionalmente.

- Ropa y productos de cuidado personal. Si solo lo te gusta verte bien es un gasto, pero si para tu trabajo es indispensable tener cierta imagen, puede ser una inversión. Por ejemplo, si trabajas en relaciones públicas, negocios o aspiras a convertirte en jefe de tu área, deberás invertir en el vestuario apropiado y en mantener una imagen pulcra y profesional en todo momento para ver las ganancias.

La clave para conseguir la independencia financiera y lograr tus objetivos es aumentar las inversiones y reducir los gastos.

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