Típico que cuando entras a tu primer trabajo y empiezas a ganar tu
propio dinero quieres comerte el mundo. Se te antoja salir a festejar cada
noche, comprarte lo que siempre quisiste e invitar a tus amigos a todas partes.
Sin embargo, si no quieres terminar cada quincena en bancarrota, debes aprender
a administrarte.
Si bien el dinero sirve para cubrir necesidades, también puedes ocuparlo
para darte tus gustos. Claro que para que esos gustitos no dañen tu economía
debes desarrollar buenos hábitos financieros desde el principio.
Por eso, aquí van unos tips que te ayudarán a administrar tu sueldo
desde que te integras al mundo laboral, aunque nunca es tarde para aplicarlos.
Toma nota:
1. Presupuesta
tus gastos necesarios
Debes aprender a separar lo que necesitas de lo que quieres. Arma un
presupuesto mensual tomando en cuenta tus gastos fijos: renta, transporte,
comida y servicios, entre otros. Es decir, cosas que son indispensables y
necesarias para vivir. Ese dinero es intocable y jamás debes gastarlo en otra
cosa. Normalmente esto se lleva entre el 50 y el 60 por ciento de tu sueldo.
2. Contempla
una parte de tu suelto para gustos y
caprichos
Por salud mental, todo debemos gastar un poco en cosas innecesarias que
nos hacen felices, ¡hazlo! De lo que queda tras separar los gastos necesarios, reserva
una parte para darte tus gustos: ropa, maquillaje, paseos, fiestas, shopping,
etc. Se recomienda destinar del 20 al 30 por ciento en este este rubro, no más.
3. Ahorra todo lo que
puedas
Lo ideal es ahorrar entre 10 y 20 porciento de tu sueldo, pero entre más
puedas guardar, mejor. Una vez que determines cuánto puedes ahorrar, debes comprometerte
a respetar esa cantidad cada quincena y meter ese dinero en una cuenta
independiente de tu tarjeta de nómina. En cuanto puedas, transfiere una parte
de ese ahorro a un fondo de inversión o a tu fondo para el retiro, para que te
genere intereses.
4. Aprende a manejar los
créditos
En cuanto empiezas a ganar dinero tienes la
oportunidad de sacar tu primera tarjeta de crédito, pero la forma en la uses
sentará las bases de tu historial crediticio. Es fácil: si pagas a tiempo
tendrás buen historial y acceso a créditos más grandes, si no, los intereses te
comerán, tu deuda crecerá y puedes terminar en el buró de crédito.
Claro que a veces los créditos son necesarios,
porque no siempre tenemos la cantidad suficiente para pagar de contado algo que
realmente queremos o necesitamos.
Sin embargo, existen préstamos que te ofrecen
tasas muy competitivas y facilidades para pagar a tu ritmo, con la ventaja de
que nunca te retrasarás en los pagos ni pagarás recargos, ya que se cobran
directo de tu sueldo.
Tal es el caso de los préstamos de nómina
Quant, pues te podemos prestar hasta cuatro veces tu salario, te resolvemos en
menos de 48 horas y no checamos tu buró de crédito, pues confiamos en ti y
creemos que todos merecen una segunda oportunidad.
Checa si tu empresa tiene convenio con Quant y
si no, cuéntales a los de Recursos Humanos o Finanzas de todos los beneficios
que se pueden obtener.
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