Una de las metas más comunes de los jóvenes a partir de los 20 años es salir de casa de sus padres. Cuando empiezas a trabajar surgen las ganas de por fin vivir solo y a tus anchas. Claro que dar el paso no es cosa fácil, ni barata. Por eso, te decimos cómo hacer un presupuesto que te ayude a saber cuánto dinero necesitas para independizarte.
La generación millennial es, según estudios, la que tiene menos probabilidades de dejar la casa de sus padres o comprar una vivienda propia. Pero las estadísticas no tienen que ser un obstáculo para que tú lo logres. Aunque en México los costos de vivienda y servicios son altos, tampoco son imposibles de pagar.
Además de ahorrar una buena cantidad antes de mudarte, deberás estar listo para tus nuevas responsabilidades financieras y para cubrir todos tus gastos sin ayuda. Por eso es vital hacer un presupuesto realista que se ajuste a tus ingresos, o bien, uno que te diga cuanto necesitas ganar para tener el estilo de vida que quieres.
La primera opción es la más conveniente, ya que si esperas a ganar el dinero suficiente para mantener un estilo de vida lujoso, podrías envejecer en casa de tus padres sin haberlo logrado.
Ahora, toma nota de los principales gastos que implica vivir por tu cuenta:
- Renta
Aquí se irá la mayor parte de tus ingresos, ya sea que te vayas a vivir solo, en pareja o con compañeros. Se recomienda que el gasto en vivienda no supere el 30% de tu ingreso, pero la realidad es que se te puede ir hasta el 50% de tu salario, dependiendo de la zona y las comodidades del lugar. Si apenas te vas a mudar, considera que tienes que pagar uno o dos meses por adelantado (depósito), más el mes que va corriendo.
- Servicios
Luz, agua, gas y predial, son los principales servicios que hay que pagar. En ocasiones hay que sumar la cuota de mantenimiento y el estacionamiento, si es que el lugar maneja este esquema. Investiga cuánto se paga por estos servicios en la zona donde piensas vivir para darte una idea.
- Muebles, electrodomésticos y utensilios
Si consigues rentar un departamento amueblado, ya tienes algo a favor, pero si llegas sin nada, ¡agárrate! Piensa en cosas tan básicas e indispensables como la cama, el refrigerador o la estufa, y en otras que te puedes facilitar mucho la vida: lavadora, microondas, licuadora, televisión, etc. Y ni hablemos de la sala, el comedor, trastes y utensilios de cocina. Es difícil tener el dinero para comprar todo esto de contado, así que no dudes en usar cualquier forma de crédito para amueblar tu nueva casa, solo asegúrate de que puedes cubrir los pagos mensuales. Destina un porcentaje entre el 5 y 10% de tu salario para pagar estos artículos.
- Despensa
Estamos hablando de los alimentos que comprarás en el súper para preparar en casa, así como de los artículos de higiene y limpieza tanto para ti como para el hogar. Considera gastar entre el 20 y el 30% de tu salario en el supermercado cada mes.
- Teléfono e Internet
Si bien el teléfono fijo es opcional, el internet se ha convertido en una necesidad básica para cualquier millennial. Si piensas contratar un paquete con ambos servicios, las cuotas mensuales parten de $400 MXN pesos.
- Televisión online o de paga
Si además eres adicto a las series y películas, deberás contratar algún servicio de TV de paga o por internet, como Netflix. Los precios parten de $150 pesos mensuales y el tope son tus gustos y exigencias televisivas.
- Celular
Quizá antes te lo pagaban tus padres, pero ahora es tu responsabilidad. Lo mejor es contratar un plan mensual que te garantice llamadas, mensajes e internet. Existen planes desde $199 MXN pesos al mes, pero los más completos comienzan en $300 MXN pesos; el límite son tus necesidades y el equipo que quieras.
- Transporte
Quizá ahora vives más lejos de tu trabajo, o ya no puedes disponer del auto de tu familia. Ya sea en automóvil propio o en transporte público, es un gasto que debes considerar. Tener auto es más caro de mantener que moverte en transporte público, taxi o Uber, pero todo depende de tus necesidades y capacidad de pago.
Si al hacer cuentas sientes que no te alcanza para vivir solo, tendrás que esforzarte para recortar gastos o tratar de incrementar tus ingresos a corto y mediano plazo. Sin embargo, hay una opción que te permite cumplir tu sueño más rápido y pagar según tu capacidad: un préstamo de nómina.
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La independencia es posible si sabes organizar tus finanzas.
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